La historia del sarcófago egipcio que el patriotismo español dio por verdadero



El 9 de marzo de 1850, unos trabajadores de una cantera de Tarragona, España, encontraron un sarcófago de mármol con extrañas esculturas e inscripciones. Los excavadores habían roto el sarcófago antes de percatarse, pero  el coleccionista Don Buenaventura Hernández y Sanahuja estudió las piezas que se conservaron.

En un panel, se encuentra a Hércules a horcajadas en el estrecho de Gibraltar, con un signo zodiacal sobre su cabeza. A su derecha, una procesión de colonos con sus animales desde Egipto (identificable por el cocodrilo y las palmeras) hacia España. Estas imágenes parecen encajar con la leyenda sobre Hércules.

En su décimo trabajo, robó el ganado del monstruo tricéfalo Gerión, en lo que dividió en dos una montaña que unía África y Europa, abriendo el Estrecho de Gibraltar y creando las columnas de Hércules. Según los autores antiguos, se combinó la historia del héroe Grecorromano con el dios fenicio Melgart, creando el "Hércules egipcio". "Estos dicen que Hércules lideró una armada hacia España y murió allí" (Salustio) y que "sus huesos fueron enterrados en Gades, la antigua Cádiz"  (Pomponius Mela).

Las imágenes del sarcófago implicaban una unión cultural entre Hércules y la tierra de los faraones, algo que favorecería a los patriotas españoles del siglo XIX. Hernández Sanahuja dijo que las esculturas eran "Íbero-egipcias" en su Resumen Histórico-crítico de la CIudad de Tarragona Desde su Fundación Hasta la Época Romana (1855)

Hernández Sanahuja afirmó que los Hicsos emigraron a España tras ser expulsados de Egipto y construyeron las primeras murallas de Tarragona. Los egipcios  los persiguieron, sin embargo, se unieron con los nativos contra los hicsos. La tumba habá sido construida para recibir los restos del líder que llevó a los colonos egipcios a España, o quizás, a uno de sus descendientes. (citado por Padró i Parcerisa, 1980).

"Esta teoría, que está de acuerdo con las tradiciones españolas, con la teogonía y con los mitos egipcios, con los antiguos escritores y geógrafos, y finalmente con la historia en general de todos los pueblos de las costas del Mediterráneo se encuentra explícitamente confirmada con los fragmentos del sarcófago, en los dientes de los críticos modernos, que envidian nuestras glorias y la prioridad de la civilización íbera en Europa, han buscado por la sofistería anular un hecho que no puede ponerse en duda, como se ha probado" (Citado en Padró i Parcerisa 1980)

Los estudiosos extranjeros lo encontraron un engaño evidente (E. Hübner, Die Antike Bildwerke in Madrid, 1862). La naturaleza caricaturesca de esas esculturas se muestra mejor en un fragmento que muestra un dios con cabeza de elefante vistiendo un kilt y sosteniendo una momia con su tromba mientras un buho se posa en la barca. Lo raro es que había un ushabti, una figura que sirve como siervo en el más allá, publicada por Hernández Sanahuja, que parecía ser autentico, "aunque traído de Dios sabe donde" (Padró i Parcerisa, 1980)

¿Fué Hernández Sanahuja el responsable del sarcófago con sus toscas figuras e inscripciones? ¿Y pudo poner un ushabti real con él? Quizás no. Su "Resumen Histórico-Crítico de la Ciudad de Tarragona" es raro porque destruyó todas las copias que se podían obtener (Moffitt 1994).

Sin embargo, 60 años después, una pieza de sarcófago disfrutó de una segunda vida. En 1916, A.L. Frothingham publicó un artículo en la American Journal of Archaeology usando un fragmento del final del sarcófago como evidencia de iconografía fenicia. La tabla fenicia de Tarragona, como llamaba al fragmento, mostraba dos figuras, un hombre y una mujer, de pie entre dos palmeras con serpientes a ambos lados. Frothingham interpretó que las dos figuras eran Baal y Tanit, dos deidades del panteón fenicio y las fuentes de la otra vida, afirmando que la masa en espiran entre las dos figuras era esencialmente un embrión alimentado con fuego y agua de ellos. Y aunque está claro que conocía el origen de la pieza (de ahí lo de "de Tarragona"), parecía que no conocía su origen exacto, ya que describió su origen como parte de un fragmento circular y no como el de un sarcófago falso. En 1921, Pierre Paris publicó un comentario mordaz en la Revue archéologique, denunciando que el sarcófago no era nada más que una "infantil parodia" del arte egipcio.

El sarcófago de Tarragona es impresionante, no porque sea tecnológicamente complejo o porque se pueda pensar que fuera real durante un periodo de tiempo. Muestra como el nacionalismo puede echar la vista al pasado (aunque sea falso) y potenciar los símbolos, en este caso intentando unir España con la gloria del Antiguo Egipto. En este sentido, el sarcófago guarda cierto paralelismo con el "descubrimiento" reciente de la ciudad romana de Iruna-Veleia en el norte de España, a partir de una representación de la crucifixión de Cristo, el nombre de Nefertiti y los primeros mensajes en vasco (Ver "El caso Iruna-Veleia"). Pero también muestra como los bulos pueden tener una segunda vida cuando un fragmento es separado del "original" y lo descubren los estudiosos, hasta que alguien lo reconoce y lo condena una vez más.

Fuente: Archeology.org (Inglés)

Edito: Según la web El sepulcro egipcio de Tarragona, no hay nada que confirme que sea una falsificación. La web recoge documentos, mapas y cartas sobre el sarcófago hallado en la ciudad. Gracias a Experiencia Personal por el enlace.
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8 Comments
  • Lesmoñjut
    Lesmoñjut 29 de diciembre de 2009, 12:14

    Da pena que la politica eche a perder muchas cosas. Felices fiestas TDI, un abrazo

  • Andrés
    Andrés 30 de diciembre de 2009, 21:33

    Qué manera de engañar al personal XD.

  • TDI
    TDI 31 de diciembre de 2009, 3:17

    El patriotismo es así. A todos nos gustaría tener grandes exponentes de la cultura española, que los tenemos, pero en vez de potenciar ahora la formación de científicos, verdaderos artistas y gente que pueda destacar, preferimos vivir del pasado y no dar un palo al agua.

    Felices fiestas a los dos.

  • Andres
    Andres 31 de diciembre de 2009, 20:08

    Igualmente, felices fiestas. Que tengas un 2010 cargado de felicidad y cosas buenas.

  • toni
    toni 1 de enero de 2010, 12:17

    No sabia nada de la historia de ese sarcófago,es muy interesante y da en que pensar.

    Aunque un poco tarde feliz año nuevo.

  • PALBERTO
    PALBERTO 20 de enero de 2010, 12:54

    Joder, una de dos. O este artículo es una traducción (en cuyo caso se debería indicar la url del original) o es un plagio desvergonzado. Al que le interese el original está en:
    http://www.archaeology.org/online/features/hoaxes/tarragona.html

  • TDI
    TDI 22 de enero de 2010, 15:40

    @Palberto Por un momento creí que se me había olvidado poner la URL.

    Bueno, como en todos los post que traduzco, pongo en enlace al original al final, normalmente señalando si está en inglés. En algunos casos, está en el primer párrafo, pero es raro que lo ponga así.

  • Experiencia Personal
    Experiencia Personal 21 de abril de 2010, 11:09

    Existe una web que está tratando este suceso del sepulcro egipcio y parece que no esté del todo claro que sea una falsificación, ya que las diferentes piezas fueron desenterradas hasta por personas del gobierno de Madrid en ese momento en presencia de testigos.

    Aunque el tipo de dibujo y trazo parezca caricaturesco, los hechos contradicen esa primera impresión.

    Por cierto, la web es http://www.sepulcro-egipcio-de-tarragona.org

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