El increíble mordisco de la megapiraña


Como muestran todas esas películas de catástrofes que acumulan récords de audiencia a las tres de la mañana, diariamente sufrimos ataques de manadas de animales asesinos. Es una amenaza permanente que no debemos ignorar.

De igual manera que los gatos y los perros se odian por naturaleza, el resto de la fauna nos odia a nosotros. Uno de los animales que posee un mayor desprecio hacia nuestra vida son las pirañas (las películas valen como referencia científica).

Atendiendo a esto, ¿cuánta fuerza tiene el mordisco de una piraña? Es un detalle importante a conocer en caso de ataque, pero ya que la gente es muy cómoda y no acude a comprobarlo en primera persona, hay un equipo que ha decidido estudiarlo.

Para ello estudiaron 15 pirañas negras (Serrasalmus rhombeus), pertenecientes a la subfamilia Serrasalminae, en el que se incluye el Catoprion mento, que se alimenta solo de escamas de peces, la temible piraña roja (Pygocentrus nattereri) y el famoso pacú, la "piraña vegetariana" conocida por morder testículos.

Las pirañas estudiadas mordían con una fuerza de entre 67 a 320 N. El espécimen más grande, de 1,1 kg y 37 cm de longitud, mordía con una fuerza 30 veces mayor a su propio peso.

Comparación de fuerza de mordida. El blanco y negro son los niveles para individuos pequeños y grandes.

Ahora bien, en las catástrofes naturales del cine de serie B no es raro encontrarse amenazas de tamaño desproporcionado. Una piraña gigante no es un enemigo descabellado, como ya se vio en la película Megapiraña de The Asylum.

Es más, hace unos 8 a 10 millones de años, en el Mioceno tardío, existía una especie de Megapiraña (Megapiranha paranensis) cuya longitud alcanzaba 1,3 m y pesaba 73 kg. Aunque según Grubich, comparando los fragmentos de mandíbula encontrados con los de piraña negra, determina que pesaba 10 kg y medía 0,7 m.

Si extrapolamos los datos anteriores a la megapiraña, concluimos que la fuerza de su mordisco oscilaba entre 1.240 a 4.749 N.


Además, aunque solo se conoce la mandíbula superior, se sabe que los dientes son un término medio entre los de la pirañas carnívoras y herbívoras ya que tienen aspecto de sierra, pero con una base gruesa. Esto le habría permitido tanto aplastar comida dura como desgarrar carne.


Pero el secreto de su fuerza se encuentra en los potentes músculos que cierran su boca, que no solo ocupan la zona posterior a la boca y los ojos, sino que componen el 2% de su peso. Estos se insertan lejos de su mandíbula inferior, por lo que transmiten gran parte de su fuerza al extremo de las mandíbulas.

Las megapirañas podrían haber destrozado el fémur de una vaca, el caparazón de una tortuga o con un pez acorazado. Sin embargo, no se puede concluir nada hasta que no se encuentren marcas de dientes en fósiles.

Durante el mioceno, la megapiraña podría haberse alimentado de peces acorazados, como el Hoplosternum littorale actual. En el vídeo inferior se muestra una simulación del mordisco utilizando una réplica metálica del fósil.


Fuente:
  • Grubich, Huskey, Crofts, Orti & Porto. 2012. Mega-Bites: Extreme jaw forces of living and extinct piranhas (Serrasalmidae). Scientific Reports. http://dx.doi.org/10.1038/srep01009
  • Alberto Luis Cione, Wasila M. Dahdul, John G. Lundberg y Antonio Machado-Allison. Megapiranha paranensis, a New Genus and Species of Serrasalmidae (Characiformes, Teleostei) from the Upper Miocene of Argentina. Journal of Vertebrate Paleontology 29(2):350-358. 2009
    doi: http://dx.doi.org/10.1671/039.029.0221
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