Australia perdió una guerra contra los emús


Si hay algo más peligroso que un batallón de soldados son un puñado de aves hambrientas. No hace falta entrar en guerra contra la mayor potencia armamentística para perder una guerra. Australia es un ejemplo de ello, quien se enfrentó contra la amenaza aviar de los emús y acabó derrotada.

La historia comienza a finales de 1932, cuando la población de emús estaba en aumento, y con el objetivo de encontrar comida y agua, destrozaron granjas del distrito de Murchison en Australia Occidental. Los granjeros no tardaron en dar la voz de alarma al ejercito. Estos, armados con ametralladoras, no dudaron en entrar en acción contra las voraces aves. Pero no contaban con que los emús pueden alcanzar los 50 km/h, dificultando la caza. Ante el ataque, la amenaza plumífera hizo lo que mejor sabe hacer: correr.

El comandante Meredith, que lideraba la "guerra del emú", sorprendido dijo: "Si tuviéramos una división militar con capacidad de llevar munición en esos pájaros, podría plantar cara a cualquier ejercito del mundo. Podría hacer frente a las ametralladoras con la invulnerabilidad de los tanques. Son como zulúes...".

Unos pocos días después el ministerio de defensa ordenó la retirada, declarando la derrota militar de Australia en la "guerra del emú".

Fuente: Warbuff for warbuffs
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