Errores del Mesozoico (III)


¿Quién decía que no tenía recursos para defenderse?
Volvemos de nuevo a las teorías obsoletas sobre los dinosaurios y otros seres prehistóricos. Esta vez a petición del seguidor Dark Delegation, para que no tenga que esperar 2 años más para ver una continuación.
Serie: Errores del mesozoico


Teoría de los dinosaurios explosivos

Empezamos con la teoría de los dinosaurios explosivos que indicaba que una vez muertos, el gas generado durante la descomposición generaba tal presión que los reventaba esparciendo todos sus órganos. Esta teoría surgió en 1976 como explicación al estado de los ictiosaurios, seres con aspecto similar a los peces y delfines, cuyo fósil mantenía su forma pero los embriones aparecían dispersos a su alrededor.

Aunque no había evidencia que lo apoyase, resultó en una teoría aceptada durante bastante tiempo. Científicos suizos han desmontado este mito alegando que era imposible que los cuerpos generaran tanto gas para crear la presión necesaria para que explotasen. Mediante los estudios con humanos, observaron que solo alcanzaban los 35 milibares de presión. Entre 50 y 150 metros de profundidad, los ictiosaurios hubieran necesitado ejercer de 5 a 15 bares de presión y que el gas no escapase previamente. A menos que se perforase el cadáver, como si fuera un globo, este no explotaría, y en ese caso solo saldrían los órganos y líquidos corporales. Lo más probable, es que el cadáver encontrara las condiciones idóneas para conservarse sin ser molestado por ningún carroñero.

El esnórquel del Parasaurolophus

El Parasaurolophus, representado en la primera imagen, quizás no sea de los dinosaurios más populares pero se hace recordar gracias a su cresta. Esta funcionaba como un instrumento de viento cuyo sonido es reproducido en el vídeo inferior. Pero temporalmente se pensó que podría usarse como esnórquel. El problema que tenía es que necesitaba algún orificio en el otro extremo para que fuera útil.

Pero esta idea no está restringida solo al Parasaurolophus u otros hadrosáuridos.  Entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX, se creía que los saurópodos más grandes debían ser mayormente acuáticos puesto que no podrían haber soportado su propio peso. Las ilustraciones de la época los representaban sumergidos con el cuello en vertical y con la cabeza fuera del agua. En casos como el del Brachiosaurus, dejando en la superficie solo su esnórquel. Sin embargo, en 1951, Kermack probó que la presión hidrostática hubiera asfixiado a los saurópodos.

¿Quiere decir que los saurópodos nunca se dieron un chapuzón? Hasta el 2004, la respuesta habría sido que no, pero D.M. Henderson destacó que los sacos de aire le habrían hecho flotar, evitando así la muerte por asfixia. Las huellas fosilizadas ocasionalmente muestran cómo usaban sus miembros delanteros para impulsarse torpemente en el agua.

El falso ladrón de huevos


A pesar de su nombre, el Oviraptor no robaba ni se alimentaba de huevos. Aunque encontraran un fósil con el cráneo aplastado por un Protoceratops junto a un nido, no se los estaba robando, sino que los protegía porque eran suyos.  Henry Osborn ya sugería en 1924 que se alimentaba de bivalvos. Creo que para el Oviraptor puede ser apropiada la frase de "Cría fama y échate a dormir".

Por otra parte, la representación del Oviraptor con una gran cresta tampoco es correcta, ya que pertenece al Citipati, un especímen parecido.

La serpiente marina

En 1845 se creyó encontrar una gran serpiente marina de 35 metros de longitud. Albert Koch le dio el nobmre de Hydrarchos silimani, en honor al naturista Benjamin Silliman. Ahora se sabe que se trata de un Basilosaurus, una ballena prehistórica.

Y de momento, esto es todo por hoy. Quizás otro día me aventure con otras criaturas más ignoradas de esta época, como los moluscos, insectos o los propios mamíferos. O puede que aparte a un lado al Mesozoico y me aventura a otra época. Por ahora, no aseguro nada. Eso sí, si teneis alguna sugerencia o aportación, abajo teneis los comentarios.

Fuente: Telegraph, Mentalfloss, Dinosaur Odyssey: Fossil Threads in the Web of Life  por Scott D. Sampson, Everything Dinosaur, Dinosaur.about,
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1 Comments
  • Sergio
    Sergio 18 de septiembre de 2015, 5:54

    Wooow¡

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