¿Te puedes ahogar en las arenas movedizas?


Tranquila, es muy sencillo, debo meter las manos para sacar las piernas, y luego saco los brazos con...la boca.
Homer J. Simpson
Una escena típica en las películas de acción es la del personaje que se cae en las arenas movedizas y se hunde completamente, cuando el personaje es el enemigo o negro, y es sacado con la ayuda de una rama, cuando el protagonista es un atlético soldado americano (de EEUU, no de los suburbios del norte y el sur).

Todos sabemos que las películas que salen actualmente en el cine, como El día de mañana o Braindead, reflejan fielmente la realidad y a cualquiera le cuesta pensar que puedan tener errores. Pero todas las películas los tienen, y a pesar de eso, la mayoría no nos hemos cuestionado cosas como si es verdad que nos podemos ahogar en las arenas movedizas.
Pero antes de preguntarnos si eso es posible, debemos saber qué son las arenas movedizas, de qué están hechas. Para empezar, si lo meditamos un poco, con un par de horas basta, podemos deducir que uno de los ingredientes para las arenas movedizas es la arena. Si era algo que ya sabíais, podéis gritarlo por la ventana o cualquier cosa que deje claro que sois "especiales". Aparte, contienen agua, arcilla y sal.

La arena forma un castillo de naipes inmerso en el agua y pegado con el barro. Mientras no lo toques, se mantiene estable, pero en cuanto pones un pie encima adquiere una consistencia líquida y te hundes. Es lo mismo que cuando agitas un yogur y se vuelve más líquido. Licuar la arcilla hace que las arenas movedizas sean más fluidas, favoreciendo tu hundimiento.

Rápidamente, mientras la arena va al fondo, el agua asciende a la superficie. Además, cuando se licua la arcilla y hay suficiente sal, las cargas eléctricas hacen que se vayan juntando partículas cada vez más grandes de arcilla y arena que se van pegando alrededor de tu cuerpo. Si esto parecía poco, estas partículas son el doble de densas que las arenas movedizas originales.
Otra opción es ser olvidado tras un día de playa
Ahora volvemos a las dos opciones planteadas en el cine: en la que el personaje se salva o se hunde. En la primera opción, tan solo se requiere una fuerza de 10.000 N, aproximadamente la que necesitas para levantar una tonelada. Así, si las películas fueran realistas, al salvarse, nuestro héroe luciría dos nuevos muñones si no los tenía antes.

Por otra parte, si esperamos a que el malo se hunda mientras agita el brazo con furia cuando los inocentes héroes celebran la victoria a su lado, será mejor que tengamos tiempo de sobra. Esto se debe a que, a menos que se muera de viejo o de hambre, es imposible hundirse en las arenas movedizas. Básicamente porque la arena tiene el doble de densidad que el cuerpo humano, por lo que a menos que le de por hacer maniobras de natación sincronizada, simplemente se quedará flotando con una parte del cuerpo atrapada. Otra opción es que se tire de cabeza o cargando con algo muy pesado. Entonces sí que no hay esperanzas para él.

Aunque no se conoce ningún caso en la naturaleza, las arenas movedizas tienen una gemela malvada llamada arenas movedizas secas (en inglés "dry quicksand"). En estas, la arena forma una estructura donde hay aire en vez de agua y que soporta sólo su propio peso. Cuando un objeto se posa sobre ellas, es engullido completamente, saliendo después un chorro de arena hacia arriba. Por suerte, a pesar de las leyendas de viajeros que se hunden completamente en las arenas, no se han encontrado ninguna en la Tierra.

Fuente:The naked scientistDamninteresting
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